Como profesional dedicada al
asesoramiento de empresas y nuevos emprendimientos, he tenido el gusto de
conocer diversos estilos de emprendedores. Los proyectos e ideas innovadoras no
dejan de sorprender en un mundo como en el que vivimos, en el cual pareciera
que todo está inventado. Por suerte no es así. En los años que llevo asistiendo
a emprendedores, dos características sobresalientes comunes en cada uno de
ellos es la pasión como motor de crecimiento y la resiliencia necesaria para
llegar a la meta propuesta. Asimismo, es habitual notar que el mayor defecto de
los mismos suele ser la desorganización. Es natural que el inicio de un
proyecto comience dando pequeños pasos, los cuales pueden ser controlados por
el emprendedor. El inconveniente surge cuando la idea se materializa y empieza
a crecer. Llega un punto en la evolución del proyecto que sobrepasa la
capacidad del emprendedor y –si hasta ese momento no se había establecido- es
hora de poner un orden, un esquema o estructura para que el proyecto evolucione
y no implosione por falta de bases sólidas.
A continuación, comparto con
ustedes algunos tips útiles para cualquier tipo de emprendimiento:
· Revisión y corrección.
Una vez que el proyecto está en marcha, es fundamental volver a revisar el
estado actual a fin de identificar las fortalezas y debilidades del mismo. De
este modo, se podrán seguir utilizando a favor del crecimiento las fortalezas
del mismo; y, por otro lado, corregir aquellos errores que debilitan o frenan
el correcto desarrollo.
Como mencioné en el artículo
sobre “5 estrategias para ganar inversores” (http://sgv-legal.com.ar/%E2%80%A2-5-estrategias-para-captar-inversores/),
al momento de la revisión es importante “…dejar
de lado aquellos sentimientos que nos distorsionan la realidad dándonos una
visión sesgada de la realidad de la empresa. Ser objetivos en la autoevaluación
brindará muchos beneficios”.
· Proyección.
Habiendo revisado y corregido
los defectos del proyecto, y sobre todo teniendo una nueva visión del
emprendimiento, es necesario proyectar nuevos objetivos a alcanzar en el corto,
mediano y largo plazo. La ventaja de fijar objetivos escalonados implica la posibilidad
de realización. Si se pretende lograr todos los objetivos de manera inmediata
será contraproducente, y en algunos casos atentará contra el sano crecimiento.
· Profesionalización.
La profesionalización implica
transformarse de simple emprendimiento en empresa. Formar una empresa
organizada a nivel societario trae como consecuencia varias ventajas, desde la
posibilidad de destinar una parte del patrimonio al proyecto y proteger aquella
parte del patrimonio personal que no quiere arriesgarse. Por otra parte, contar
con una estructura societaria posiciona comercialmente el emprendimiento; y, en
caso de necesitar solicitar préstamos o inversiones, las sociedades son
preferidas por bancos o inversores debido a que se puede evaluar y verificar el
cumplimiento de normativas legales, fiscales, laborales, etc.
· Red de negocios.
Es muy importante formar una
red de socios o alianzas estratégicas que acompañen o complementen la actividad
del proyecto. Existen diversas formas, desde la pertenencia a cámaras empresariales
las cuales aglutinan empresas del mismo rubro, hasta la asociación comercial
con otras empresas que desarrollan actividades complementarias a las de uno, ya
que se pueden establecer acuerdos para el crecimiento conjunto.
Es sabido que “Si caminas solo,
llegarás más rápido. Si caminas acompañado, llegarás más lejos”, lo importante
es saber dónde y cuándo se quiere llegar.
Estos y otros temas serán
objeto de estudio en el taller sobre “Gestión Financiera y Legal de
Emprendimientos” que se realizará el 29 de octubre en el Sercles, Florida 336,
5º piso, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Para más información e
inscripciones, visita la página de Eventioz en https://eventioz.com.ar/e/gestion-financiera-y-legal-de-emprendimientos.
Buenos Aires, 15 de octubre de 2015.-
Dra. Carla Vaccaro
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